Creo que…

El niño que llora, la campana que suena, el trueno y las voces. Ahí quedará el sonido…

Este viernes, a las 3H30 PM vamos a inaugurar en el Archivo Distrital, en Bogotá, la segunda exposición de voces y botas. La invitación, la puso el festival Sonema, que buscó el lugar, y nos queda de lujo. Apoyan Terres des Hommes y la Alianza francesa. El colectivo Octavo Plástico no estará de cuerpo presente, pero sé que nos acompañan (saludos!).

Hay algo que me conmueve aún más:  hace  como dos semanas, dos colectivos colombianos: Lado B, nuevos encuentros sonoros, y Sonema ( y se unieron pronto los españoles del Sueño de Tesla) lanzaron una  invitación inusual a los artistas sonoros que conocían, para que intervengan a su manera 24 pistas de testimonios y ambientes de mi torturada caja negra. Respondieron. De la casa: Colombia, pero también de Chile, España, México, Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, hasta de Kosovo, dicen.  Cogieron las gentes, los fusiles y las ranas e hicieron algo nuevo con esto. Yo todavía no los escuche. Creo que vamos a tener tremenda sorpresa.

Me parece increíble que se hayan puesto a la tarea, primero de escuchar estos testimonios de violencia y estos ruidos mínimos, y luego de trabajarlos. Que símbolo! Eso es memoria colectiva y libre. No sé si exista, y lo debatiremos, pero mientras, GRACIAS.

Estos trabajos serán presentados en el marco del festival Sonema3,el viernes 29 a las 4h-5h30, en La Redada (calle 17#2-51) y en el festival En tiempo real, nuevos encuentros sonoros .  Espero darle una prolongación a esta presentación. Esta en proyecto! También se mostrarán otras obras de memoria, juguetes y fuego y se explorará un cono gigante amplificador de voz, durante la próxima semana. Ahí quedará el sonido.

links:

http://www.laredada.jimdo.com

http://www.sonema.org

http://www.espaciocero.net

Un dia de lluvia…

…se empacaron las cajas, la botas y las voces, rumbo a la capital. Curiosa nostalgia.

Gracias Antoine, Maria, Patri, Merce, «Octavo» por esta»première».

Un jour de pluie, les boîtes, les bottes et les voix, sont parties bien emballées pour la capitale colombienne. Drôle de nostalgie.